Desde el año 2011 la Feria Invita Perú tuvo la visión de convertirse en la propuesta alternativa en cuanto a oferta gastronómica masiva se refiere en nuestra ciudad, una suerte de Meca de la cocina para sus propios comensales, ávidos de sabores caseros, combinaciones nuevas y también calidad en el servicio.
Aunque no se quiera, el referente más cercano y de tamaño descomunal para esta y cualquier otra feria que pretenda instalarse en Lima, de corte gastronómico, será Mistura, que bajo la organización de APEGA ha sabido superarse a sí misma, salvo los "contras" de su versión del año 2013 como reseñamos en este mismo blog.
Las primeras 3 ediciones de Invita Perú apuntaban a reforzar su vocación no solo por la desconcentración de Lima y su búsqueda de otro público sino también a la consolidación de un espacio nuevo, carente de pretensiones grandilocuentes que ofreciera sí al comensal la "otra" propuesta gastronómica, alejada de las marquersinas y más cercana al gusto popular.
Este año, han apostado extarañamente por renunciar al espacio ganado, tal vez por cuestiones más logísticas que de otra índole, pero se siente una especie de abandono del rumbo inicial en ese sentido, aunque ha ganado presencia en cuanto a brindar acceso gratuito a sectores populares, una idea más cercana al proyecto inicial y que da la apariencia de tener una ruta sinuosa antes que recta.
Se sabe sí que la apuesta por la oferta gastronómica por los restaurantes de Lima Norte y varios restaurantes y huariques del centro y sur de Lima se mantiene intacta, ese foco ha sido irreductible en sus ya 4 años de puesta en marcha gracias a un equipo complejo en el que sobresale la figura del chef Israel Laura, un incansable difusor de las propuestas alternativas. Sin embargo, se percibe que hace falta más difusión, interiorizar más en el colectivo sobre cuáles son las bondades de la feria cada año.
Para este 2014, se menciona que la temática es la época colonial y que la protagonista es la papa nativa, pero no encontramos nada que así lo demostrara. Se anuncia 99 stands de propuestas variadas pero solo encontramos cubículos en los que los platos se repetían sin una orientación clara de la línea que se sigue, a diferencia de la primera edición en que el desborde de colores, aromas y sabores estaba claramente definido y orientaba al comensal a elegir antes que confundirlo.
En el año 2013, la tercera edición de la feria se trasladó al Parque Zonal Lloque Yupanqui y congregó a cerca de 100 mil personas, una mejora sustancial en sus inherentes preocupaciones de llegar al sector que originalmente se había propuesto, logrando con éxito su cometido.
En esta cuarta edición, la feria Invita Perú ha inaugurado el acceso gratuito para vecinos de ciertos distritos en determinados días y horarios, lo cual se condice con la vocación alternativa genética de la feria. Los residentes según DNI, del Cercado de Lima, Breña, Lince, Jesús María, La Victoria y Barrios Altos ingresarán gratis los días 25, 30 y 31 de julio, en el horario de 10 a.m. a 5 p.m.
Las opciones gastronómicas están divididas en las siguientes secciones: Brasas (caja china, chancho al palo), Restaurantes, Dulces, Refrescos, Carretillas, Bazar, Piscos y el puesto de hamburguesas de anchoveta, realizado por la ONG San Juan de Dios.
Por otro lado, la parte artística siempre ha tenido importante presencia en la feria y se trata, consecuentemente, de propuestas musicales propias de su esencia, para poner música a los sabores. Ayer, en la inauguración, estuvo presente el ballet de Brisas del Titicaca, en clara comunión con la propuesta mayoritariamente andina de los puestos de la explanada del Parque de la Exposición.
Pero veamos en detalle los puntos a favor y en contra que hemos advertido en esta cuarta edición:
A favor:
- Mantiene coherencia con su propuesta original de albergar oferta gastronómica de restaurantes fuera del circuito mediático de la cocina limeña, básicamente conformado por huariques del cono norte, centro y sur de la ciudad.
- Apuesta por la masificación al brindar acceso gratuito para determinados distritos, fechas y horario, lo cual también se alinea a la razón de ser de la feria
- Hay un peso innegable en la cocina andina, lo cual es saludable desde todo punto de vista por el valor nutricional de las carnes alternativas, como el cuy.
- Fuerte presencia de oferta pisquera, en días de fiesta nacional, que positivamente refuerzan la predilección por nuestro destilado de bandera.
- Mantiene la oferta académica con exposiciones y clases magistrales.
- La elección del Parque la Exposición acerca la feria a un nuevo público y se percibe la tendencia a abordar espacios urbanos antes no explorados, asumiendo que los 3 años anteriores han consolidado suficientemente su concepto como propuesta hacia el ciudadano.
En contra:
- Falta absoluta de orden en cuanto a la propuesta gastronómica, los stands no tienen una lógica en cuanto a la línea de comida que ofrecen.
- Falta de coherencia en cuanto a precios, no existe un estándar que permita saber al comensal qué debe esperar y cuánto debe llevar a la feria, hay platos similares con precios abismalmente diferentes.
- Los platos son repetitivos, no hay nuevas propuestas, todos los stands pueden resumirse en cuyes, arroz con pato y chancho al palo, con la honrosa excepción de dos o tres ofertas de cocina amazónica.
- El espacio en el Parque de la Exposición no ha sido utilizado del modo esperado, todo se concentra en la explanada, quizás sea necesario buscar otro escenario urbano que permita darle larga vida al proyecto que tengan los organizadores, cualquiera que sea.
- Los precios no guardan con la venta de tickets. En la sección de postres, muy reducida y de escasa oferta, existen productos con precios en céntimos, que no existen el los tickets, lo que lleva a pensar que habrá que pagar en efectivo en algunas ocasiones, además del ticket.
- No se percibe claramente que exista una temática dedicada a la época colonial o que la protagonista sea la papa nativa, desaprovechando la oportunidad de hacer la diferencia. Las ofertas gastronómicas estás divorciadas de estas líneas directrices.
Dicho esto, saludamos el enorme esfuerzo que de seguro tienen a cargo los organizadores y los equipos de apoyo de cada restaurant, no cuestionamos su oferta gastronómica, la calidad culinaria está descontada, pero creemos que necesita mayor orden y más frescas ideas, que renueven y sorprendan al comensal, que lo rompan el esquema.
Que quede claro, mantenemos la fe y la expectativa por esta feria, destinada a otro público, a otra oferta gastronómica y nuevos espacios, pero percibimos que no se está yendo por el camino correcto.
Vamos a la feria, nada mejor que la propia opinión del comensal, eso nadie lo duda.
Lugar: Parque de la Exposición, por la entrada de 28 de Julio, Lima.
Fecha: Del 25 de julio al 3 de agosto, de 10 a.m. a 10 p.m.
Entrada: S/.10 en Teleticket y en la boletería. Menores de 6 años no pagan
Visitar: www.invitaperu.pe
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