miércoles, 19 de septiembre de 2012

El Balance de Mistura 2012

Al final de la jornada, además de las cifras que se brinda para contabilizar los aciertos, tenemos que dar nuestra opinión sobre los momentos agradables y las oportunidades de mejora para siguientes ediciones, pensando en el comensal, en el público que ha hecho de Mistura y de la comida peruana ese gigante que va creciendo cada vez más.

Debemos mencionar que la idea de las tarjetas ha sido un acierto, pero en contraparte debe asegurarse que la capacidad de los sistemas sea lo suficientemente amplia para evitar congestiones, caídas y demoras, lo que ocasionó en más de un momento y en distintos puntos de la Feria inconvenientes y colas, como si se tratara de ediciones anteriores, cuando se entendía que ese tema estaba largamente superado. Por lo demás el uso de las tarjetas permitió orden y permitirá contabilizar los ingresos de todos los negocios que participaron, pensando en el punto de vista tributario.


Por otro lado, es necesario mencionar que la cantidad de mesas, que aunque aumentó considerablemente, sigue siendo insuficiente en un contexto en el que la oferta se amplió y también el número de visitantes, ávidos todos ellos de poder degustar de sus platos favoritos cómodamente y en familia o en grupos de amigos.

Un aspecto que fue comentado desde diversas fuentes fue el consumo de alcohol, quizás no medido o considerado en su real dimensión. Aunque no se registró desmanes o problemas con ello, llegaron hasta nuestra redacción algunos comentarios relacionados con la convivencia inadecuada de grupos de comensales con niveles altos de alcohol con familias que disfrutaban de la buena comida. Debe evaluarse quizás la habilitación de ambientes tipo bar para que los seguidores del Pisco se deleiten a sus anchas y lo mismo para quienes en familia desean disfrutar de los platos que los restaurantes ofrecen. 

Sobre el esquema de organización, en general, funciona bien, y queda demostrado que hay experiencia y conocimiento maduro del negocio del montaje de la Feria por parte de la comisión, pero creemos firmemente que el tema de los postres debe ser manejado desde ora perspectiva, quizás distribuyendo las ofertas por toda la feria como las demás propuestas gastronómicas y no concentrándolos en un solo punto, ya que ello genera un "cuello de botella" absolutamente innecesario. Es decir, debieron haber estado disponibles también para el pago directo con tarjetas. 


Algo similar resulta aplicable a los puntos en los que solo se podía utilizar efectivo, como los Rincones y el Gran Mercado. No se ve razón para que no se aplique de alguna manera creativa el mismo esquema de pago a través de las tarjetas. 

Por su lado, los servicios higiénicos estuvieron a la altura de las circunstancias, acierto que saludamos profundamente.

Fuera de estos comentarios, vamos a las estadísticas tan esperadas....


Mistura se consolidó este año como el gran proyecto cultural del Perú, donde no solo se recoge la presencia de todas las sangres y todos los sabores, sino que se muestra al mundo: Oficialmente tuvimos contacto con 24 mil 962 turistas entre nacionales e internacionales, siendo los países más hinchas, los Estados Unidos, Colombia, Venezuela y Brasil.


En el Gran Mercado se hicieron presentes cerca de 300 productores de Cusco, Puno, Ayacucho, Huancavelica, Apurímac, Huancayo, Oxapampa, Iquitos, Pucallpa, Piura, La Libertad, Lambayeque, Cajamarca, Áncash, Moquegua, Arequipa y Tacna. Muchos vendieron toda su producción en los primeros días. Tarwi, cañihua, quinua, sal de maras, chirimoya, café, ají charapita, refrescos de hoja de penca, mermeladas de cocona, papas nativas, etc. fueron algunos de los productos ofertados.

Se promocionó a restaurantes, quizá aún no tan conocidos, pero que sorprendieron por su sabor, técnicas y buenas prácticas sanitarias, tal como: Tradiciones, de Magdalena; Pikeos, del Callao; Dulces Rosita, de Pachacámac; Hectitors, de Los Olivos; San Fruta, de Ayacucho; Pan con tiburón, de Surquillo. Y en los restaurantes: Tres de Gamarra; Los esteros de Tumbes, de Magdalena; Casa Faustina, de San Isidro; La Choza de la Anaconda, de Los Olivos; Huayralla, de La Victoria, Cameycar de Ayacucho, entre otros.

Este año, la feria fue inaugurada por la Primera Dama, Nadine Heredia, como Embajadora de la Quinua y se contó con la presencia de más ministros de Estado en los foros. El sábado 15, siete ministerios, junto al directorio de Apega, dieron a conocer la Resolución Suprema sobre Seguridad Alimentaria.


Este primer año sin nuestra querida Mamá Teresa, el Premio Teresa Izquierdo, reconoció el valor de mujeres, que como ella, preservan las recetas de antaño. Las ganadoras fueron Mercedes Fernández, Azunta Zegarra y María Jesús Nakamura. Por su parte, El Rocoto de Oro destacó el trabajo de Sebastiana Cesaria Vilca Huamán, Elvis Loayza Alvarado, Gladiz Rurush Jorge, la Central de Comunidades Campesinas Ranracancha, el comedor Los Condoritos de Yanama, la Universidad Nacional del Altiplano, y Luis “Cucho” La Rosa.


Asimismo, se premió al Joven Cocinero, Joven Pastelero, Panadero, y el Interescuelas, siendo ganadores Juan García, Diego Alonso Camacho, Abdón Ruiz, y Le Cordon Bleu Perú. Al cierre de esta edición, Mistura contó con cerca de medio millón de visitantes, durante los 11 días de feria, y más de 2 mil 500 platos vendidos por stand por día.



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