viernes, 26 de marzo de 2010

miércoles, 3 de marzo de 2010

El Rey de los mares: El Pulpo

Si bien es cierto, la gastronomía de la costa peruana -y en especial, la de la costa norte- está plagada de delicias a base de pescados y pariscos, el pulpo ocupa un sitial algo especial en esa mar de sabores y aromas que es nuestra cocina, ese fumé de tradiciones y exquisiteces.

En nuestra encuesta del mes de febrero sondeamos en el colectivo del gusto más variado las preferencias por platillos a base de pulpo, pensando en aquellos referentes tan bien guardados en la memoria y que, a riesgo de ahondar en la melancolía, celan estoicamente el recuerdo gustativo más sibarita.



Se puso a disposición de nuestros "comensales" una serie de platillos que, en buena cuenta, pretendían abanderar la movida del pulpo, aunque como siempre se quedaron en el tintero delicias de antaño como el Picante de Pulpo del extinto El Peñón de Luna Pizarro en La Victoria, o el Arroz con Pulpo de la adolescencia.

Sirva pues este homenaje al pulpo, en momentos en que se difunde la campaña de no consumo de pulpo bebé, para rescatar del imaginario las infinitas posibilidades con el cefalópodo, de entre las que se destaca, a buen entender de nuestros seguidores, el Pulpo a la Parrilla, una insinuante provocación a los sentidos, envuelta en el terciopelo de la seducción y cabalgado por el imperio de los sentidos. Un deleite que no lleva más que sal como ingrediente y el amor como guarnición.


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